Inspección de forma permanente en los trabajos que involucren movimiento de tierra, por un arqueólogo/a titulado o por un licenciado/a en arqueología para identificar de manera rápida y eficaz la existencia de bienes arqueológicos que pueden tener algún riesgo, y así evitar su destrucción.
El profesional tiene que estar en todo momento en los trabajos de escarpe y excavación, para realizar una inspección visual con una distancia de 5 metros de la máquina, y con sus EPP correspondientes (Cascos, Zapatos de seguridad, geólogo y guantes), para evitar accidentes.
Cada vez que se excave en el proyecto, tiene que contar con la presencia del arqueólogo, ya que se podría arriesgar grandes multas en UTM.